Noelia Vega. La labor de las enfermeras del Hospital Rossi y los encuentros musicales con los pacientes.

 

Nuestra página esta dedicada a la poesía, es cierto, y alguien podría preguntarse ¿qué relación tiene con ello esta pequeña nota que queremos compartir con ustedes hoy?

La poesía no es sólo una cuestión de palabras, de versos, o de formas. Cuando transitamos el camino al poema atravesamos nuestro propio ser, nuestro dolor, nuestros miedos, nuestros fantasmas. La poesía nos ayuda a recorrer ese camino, nos acompaña, nos orienta, nos sostiene. A veces nos permite afrontar lo ineludible con dignidad. A veces nos susurra palabras de aliento, o nos apacigua. A veces nos empuja a luchar. Y en ese camino, a veces sin darnos cuenta, nos ayuda a sanar.

Con un grupo de adolescentes, alumnos de guitarra y artistas (músicos y bailarines) de la ciudad de La Plata (Argentina) comenzamos a hacer en el año 2023 intervenciones en el Hospital Dr. Rodolfo Rossi con el fin de alegrar y/o aliviar la estadía de los pacientes en su etapa de recuperación. Pero en esos momentos de encuentro, no estamos solos.

En esta oportunidad queremos acercarles, a través de una nota, la importante labor de las enfermeras - no sólo como colaboradoras indispensables en el sistema de salud - sino también como puente entre las personas internadas y quienes vamos de visita una vez por mes. Ellas, como la poesía y la música, acompañan y sostienen a cientos de personas en sus íntimos momentos de dolor y, como la poesía y la música, ayudan a muchos de ellos a sanar.

¡Ojalá que la disfruten!


Noelia Vega, enfermera del Hospital Dr. Rodolfo Rossi de la ciudad de La Plata, nos cuenta en primera persona sobre su trabajo en el hospital y su participación en los encuentros.

Soy licenciada en enfermería y trabajo en el hospital Rossi desde el año 2008, hace 15 años. Estuve siempre en la parte asistencial, siempre del lado del paciente, ayudando.

Mi profesión se basa en el cuidado y en el apoyo de las personas, en el estar ahí. Somos el eslabón que más tiempo pasa con el paciente y compartimos todo: la dolencia, la angustia, la alegría, todo lo que esta del otro lado cuando el paciente requiere de nosotros.

Trabajé durante la pandemia, y ese fue un tiempo muy complicado. No nos podíamos saludar, no había contacto visual, estábamos todos vestidos y era muy difícil establecer esa relación a la que estamos acostumbrados con la gente, estando todo el tiempo detrás de una máscara, porque era lo que teníamos que usar. Y la verdad es que fueron tiempos duros… vi mucha gente, lamentablemente, que no lo pudo superar, tanto compañeros como pacientes y familiares. Y la verdad que es que fue un tiempo muy difícil.

Ahora hace ya un año que estoy coordinando el área de calidad de atención y seguridad del paciente. Junto con Claudia Lauglé venimos organizando estos eventos hace un par de meses, una vez por mes y la verdad que son una caricia al alma de los pacientes.

Hoy, una paciente que vino en silla de ruedas me dijo que siente que puede salir caminando, se siente que se curó, que está sanada, que la música la sanó. Y realmente todo esto es maravilloso, que los músicos se brinden de esta manera. Es como describían hoy: “la zamba es acercarse al otro...” esto del pañuelo, de la mirada, de la caricia, eso para los pacientes la verdad que es maravilloso. Es hermoso que tengamos la posibilidad de brindarles eso y contar con gente tan maravillosa y amable que se ofrezca para poder generar estos espacios, los cuales son muy necesarios para ellos, para sus familias, y para nosotros también.

Y con respecto a nosotros, estos eventos también nos ayuda a cambiar el chip. Pasa algo cuando vienen a tocar música, y nos cambia totalmente la energía, el día, todo. Siento que es maravilloso y celebro estos espacios y agradezco muchísimo a todas las personas que forman parte.



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